Diseño Packaging para Restaurantes

A estas alturas ya nadie subestima la importancia y el valor que posee la presentación de cualquier producto y cuando hablamos de comida todavía menos, quien no ha usado alguna vez la expresión “comer por los ojos”. Cuando nos sentamos a comer entran en juego todos nuestros sentidos y una buena presentación de los platos permite degustarlos con más ganas y hacer que la experiencia sea más completa.
 
Mery Mellado, la propietaria del Restaurante La Canija lo tenía claro cuando se planteó abrir un nuevo establecimiento, quería desmarcarse ofreciendo una manera diferente y creativa de servir los platos, y para ello encontró un buen aliado en el packaging.
 
El packaging no solo es algo funcional, es mucho más que un simple contenedor de alimentos; es algo que define, identifica y potencia la Marca de cualquier restaurante. El envoltorio que acompaña la comida es fundamental de cara al marketing promocional de una empresa.
 
Un buen packaging dice mucho de la marca y es un elemento de identificación que además se puede personalizar. Además del logotipo, se puede imprimir alguna frase o mensaje para impactar en el cliente y crear un vínculo emocional con él, para conseguir el resultado que queremos, fidelizar a los clientes alrededor de nuestra Marca. Sin lugar a duda, es una forma más de acercarse al consumidor. 

 

Creación de cajas para comida

Nos encontramos ante un cliente al que le gusta pensar diferente sin perder la elegancia y que nos abría las puertas a un nuevo y divertido proyecto: pensar como servir la comida de una manera diferente.
 
La comida take away nos dio la inspiración y empezamos así la búsqueda del packaging ideal apto para uso alimentario y la preparación de las diferentes muestras para proponer al cliente; en un abrir y cerrar de ojos la oficina se nos llenó de cajitas de diferentes formas y tamaños.
 
Después de analizar y analizar, nos decantamos por presentarle a Mery varias propuestas gráficas. Finalmente se decantó por tres modelos: una caja similar a la clásica de palomitas, pero algo más pequeña, una caja con asa y la última, y más particular, una caja deslizante.

Una vez elegidos los formatos, tocaba estudiar los diferentes tipos de papeles de parafina apta para alimentos, ver los diferentes gramajes y tratamientos para elegir el que mejor se adaptara a las necesidades de sus productos.

Una vez encontrado el papel ideal entramos la siguiente fase: el diseño.

En este proyecto, la creatividad era tan importante como la funcionalidad por lo que la personalización era básica. Se buscaba estimular al consumidor no solo a través del gusto sino también de la vista.

En la línea del logo del Rte. para las cajas elegimos el color negro y dorado, el primero confiere elegancia y el dorado nos evoca al oro y se asocia a la fortuna y a la buena suerte; y el logo en blanco para dar limpieza y claridad.

Para el papel encontramos que la mejor manera de personalizarlo era mediante pegatinas con el logo del restaurante, justo para dar presencia a la imagen corporativa.

Una vez decididos materiales, diseños… adaptamos la marca del cliente a nuestros troqueles, preparamos pruebas y montajes para verificar que todo estuviera correcto y con la calidad deseada.
 
Y con todo ya ok se envió a producción. El resultado lo podéis comprobar en las fotos que han ido subiendo en Google y Redes Sociales los clientes de La Lianta.